jueves, 31 de octubre de 2013

Reseña: Si hubiera espinas (Saga Dollanganer #3) - V.C. Andrews

Título: Si hubiera espinas
Título original: If there be thorns
Autor/a: V.C. Andrews
Editorial: DeBolsillo
Pág. aprox.: 416
Precio aprox.: 9.45 (papel)/ 5.69 (ebook)
Saga Dollanganger
Flores en el ático (Reseña)
Pétalos al viento (Reseña)
Si hubiera espinas
Semillas del ayer
Jardín sombrío
Sinopsis
Chris y Cathy siempre han intentado proteger a sus hijos del doloroso secreto familiar. Se han entregado en cuerpo y alma para que Jory, Bart y la pequeña Cindy tuvieran la infancia feliz que a ellos una vez les fue arrebatada. Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos, jamás conseguirán escapar de sus propios fantasmas.

La armonía familiar que habían construido se desvanece con la llegada de una nueva vecina, una misteriosa anciana vestida de negro que siempre les está vigilando. No tarda en seducir a Bart, un niño con un gran poder imaginativo, invitándolo a comer helados y galletas. Poco a poco la actitud del pequeño va cambiando como si alguien, o algo, lo empujara a la locura y a la violencia. Pero esto es solo el principio. Chris y Cathy están a punto de perder todo aquello que aman... quizás para siempre.

Opinión
Chris y Cathy Dollanganger, ahora Sheffield, viven con los hijos de ella y Cindy, una niña a la que Cathy adopta que acaba de quedar huérfana y que le recuerda mucho a su hermana Carrie. Por fin, son la familia que siempre han deseado ser. Sin embargo, una extraña mujer vestida de negro y su viejo mayordomo se mudan a la casa de al lado, hasta ahora vacía, algo que hará peligrar la vida de los hermanos, pero sobre todo la de Jory y Bart, los hijos de Cathy. En especial, la de Bart, quien se dejará influir negativamente por el criado, cuyo único objetivo es borrar de la faz de la Tierra a los engendros del diablo que debieron morir en el ático.

Si hubiera espinas es la tercera entrega de la Saga Dollanganger. Las críticas sobre esta novela eran bastante negativas, ya que decían que la historia que comenzó en Flores en el ático y siguió en Pétalos al viento iba perdiendo su fuerza a medida que avanzaba y se convertía en una especie de culebrón. Con estas premisas mis expectativas eran muy bajas y no sabía qué podía encontrarme esta vez. Además, el hecho de que la historia no estuviese contada por Cathy, sino por sus hijos, me echaba bastante para atrás. Acabo de terminar de leerlo y, a mí, a título personal, me ha encantado, incluso me atrevería a decir que me ha gustado más que Pétalos al viento.

Si hubiera espinas está narrado por Jory, el hijo de catorce años de Cathy y Julian, bailarín y su primer marido, y por Bart, fruto de la relación entre la prima ballerina y Bartholomew Winslow, el segundo marido de Corrine Foxworth, la madre de Cathy. Los capítulos se alternan entre uno y otro, lo que nos permite conocerlos a ambos y saber cómo se sienten ante lo que los rodea.

Jory adora la danza, igual que su madre. Es un chico dulce y paciente, características que ha adquirido debido a la influencia de Chris, a quien los niños se refieren como padrastro, en el caso de Jory, y tío en el caso de Bart, puesto que Cathy les contó que Bart era hijo de Paul Sheffield, su segundo marido. Jory es un personaje que adoras desde el minuto uno, su forma de ser tan calmada e inocente en lo que se refiere al amor que ve que se profesan sus padres logra cautivar al lector. Bart es completamente opuesto a su hermano. Es un niño callado, con mucha imaginación y un carácter frío que logra provocar cierto rechazo. La llegada de sus vecinos, una mujer con un oscuro velo que lo único que deja visible son sus ojos azules y un hombre que dice llamarse John Amos, harán que la existencia del pequeño se tambalee. Pronto las enseñanzas del viejo mayordomo y el diario que éste le hace leer, diario que, según le dice John Amos, perteneció a su bisabuelo Malcolm Neal Foxworth, provocarán una inestabilidad emocional en Bart que causará que el secreto de sus padres, Cathy y Chris, salga a la luz.

Pese a que la historia está contada por los hijos de Cathy, no perdemos de vista a nuestra pareja favorita, Chris y Cathy. Éstos son, por fin, la pareja que deseábamos que fuesen desde que escaparon del ático. Porque aunque parezca terrible que dos hermanos se enamoren y se quieran de esa forma, la relación entre Chris y Cathy no deja de ser una de las más bonitas con las que me he encontrado. En esta novela son un matrimonio como otro cualquiera, él trabaja como médico y ella ahora es una profesora de ballet, cuidan a sus hijos y llevan una vida absolutamente normal. Jory describe a veces la manera en la que Chris mira a Cathy y te da una alegría por ellos que no puedes evitar. 

En Si hubiera espinas vuelven a estar presentes el odio, la venganza, el rencor, pero también el amor y la pasión, quizás incluso el perdón, todo es posible en la saga Dollanganger. Una tercera parte que está muy a la altura de la anterior. V.C. Andrews vuelve a conseguir una vez más que nos preguntemos qué les pasará a continuación, qué les ocurrirá a nuestros queridos Cathy y Chris, ¿lograrán ser libres al fin de su pasado? ¿Serán capaces de dejar atrás la sombra de Foxworth Hall y de su difunto abuelo Malcolm que, aún desde la tumba, desea verles sufrir?

Autor/a
Virginia Cleo Andrews fue una escritora estadounidense nacida en Portsmouth, Virginia, el 6 de junio de 1923 y fallecida el 19 de diciembre de 1986. Cuando era una adolescente sufrió una caída que le produjo lesiones que la obligaron a permanecer el resto de su vida en una silla de ruedas. Trabajó como artista comercial mientras publicaba varias novelas cortas y relatos en diferentes revistas hasta que su obra Flores en el ático consiguió el número 1 de las listas y se convirtió en una escritora de éxito. Murió a la edad de 63 años de cáncer de mama.

Gracias por leer...

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